En un mundo donde las cifras financieras dominan las decisiones, el Retorno Social de la Inversión (SROI) surge como una herramienta indispensable para revelar aquello que los estados financieros no muestran.
El SROI es un método que busca medir y cuantificar el valor extra-financiero, es decir, el valor social, ambiental y económico que comúnmente no se refleja en las cuentas financieras tradicionales. Surgido en organizaciones sociales de Estados Unidos, este enfoque ha encontrado un desarrollo robusto en Europa, especialmente en el Reino Unido y Países Bajos.
Al ir más allá del rendimiento monetario, el SROI permite a visibilizar beneficios difíciles de monetizar, como la empleabilidad, la integración social, la reducción de la desigualdad o la mejora ambiental, aportando una visión holística del impacto social y ambiental que generan los proyectos.
El objetivo principal del SROI es reducir la desigualdad y degradación medioambiental mediante la integración de costos y beneficios extra-financieros en la evaluación de proyectos y políticas. Al considerar todos los impactos relevantes, se impulsa un uso más eficiente y responsable de los recursos, orientado al bienestar humano y la sostenibilidad.
Así, organizaciones, gobiernos e inversores pueden tomar decisiones más informadas, priorizando iniciativas que ofrezcan beneficios tangibles e intangibles, alineadas con objetivos de desarrollo y responsabilidad social.
La metodología SROI se basa en el tradicional análisis de coste-beneficio, pero lo adapta para incorporar intangibles sociales y ambientales. A continuación, se presentan sus fases esenciales:
La fórmula básica del SROI se expresa como:
SROI = ((Valor del impacto social) − (Inversión inicial)) ÷ (Inversión inicial) × 100 %
Por ejemplo, si una organización invierte 100.000 USD y genera 352.000 USD en valor social atribuible, el SROI es 252%. Alternativamente, un ratio de 4,5:1 indica que por cada euro invertido se obtienen 4,5 euros en beneficios sociales.
Estos indicadores ofrecen una métrica clara y comparable para justificar proyectos y atraer financiación, al demostrar planificar el impacto antes de ejecutar proyectos y orientar esfuerzos hacia los objetivos más efectivos.
Mientras que el ROI convencional se centra exclusivamente en retornos financieros directos, el SROI amplía el análisis para incluir impactos sociales y medioambientales. A continuación, una comparación esencial:
Existen dos modalidades principales de SROI:
SROI evaluativo (retrospectivo) mide el impacto ya generado. SROI predictivo (prospectivo) estima efectos antes de la implementación, útil para la planificación estratégica.
Los usos más frecuentes incluyen:
No obstante, existen desafíos importantes. La precisión del SROI depende de la validez de los supuestos y proxies, y puede estar sujeto a sesgos de atribución si no se aísla correctamente el «deadweight». Además, monetizar valores intangibles puede generar controversias y requiere un compromiso sólido de todas las partes involucradas.
Para maximizar la utilidad del SROI es esencial involucrar desde el inicio a todos los stakeholders, definir indicadores claros y establecer mecanismos rigurosos de recolección de datos. Las siguientes recomendaciones pueden facilitar el proceso:
El Retorno Social de la Inversión se alinea de forma natural con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), al proporcionar una metodología para cuantificar aportes a metas globales como la erradicación de la pobreza, la igualdad de género o la acción por el clima. Integrar el SROI en políticas públicas y estratégicas corporativas fortalece el compromiso con la Agenda 2030.
Diversos proyectos de empleabilidad social han registrado ratios de hasta 7:1, mientras que iniciativas medioambientales han demostrado mejoras significativas en calidad de vida y reducción de emisiones. Estas experiencias confirman que, cuando se aplica con rigor, el SROI puede convertirse en un catalizador de cambio, canalizando inversiones hacia soluciones que generan retornos sostenibles y de amplia repercusión.
En definitiva, el Retorno Social de la Inversión no solo revela el valor oculto de las acciones, sino que impulsa una toma de decisiones más ética, estratégica y orientada al bien común. Adoptar esta perspectiva permite construir organizaciones y sociedades más responsables, resilientes y prósperas.
Referencias